El transporte refrigerado es uno de los ejes vertebradores de la industria alimentaria. Estamos ante el reto de transportar productos perecederos en espacios muy cortos de tiempo, que oscilan entre 1 y 6 días, en función del tipo de alimento.
Esta situación convierte a la guarda y conservación de los productos en un elemento prioritario. Mantener la cadena de frío desde la recepción del producto a su entrega en destino es vital. De hecho, este tipo de transporte, sea por carretera, mar o aire, está regulado por el «Acuerdo sobre Transporte Internacional de Productos Alimenticios Perecederos».
Los vehículos destinados al transporte de mercancías en frío deben contar con el visto bueno de la entidad inspectora local que, a su vez, debe seguir las pautas marcadas por el Acuerdo sobre Transporte Internacional de Productos Alimenticios Perecederos. La ATP contempla cuatro categorías de vehículos para realizar este tipo de transporte: isotermos, vehículos refrigerados, vehículos frigoríficos y los vehículos caloríficos. LEER MÁS.
Los camiones frigoríficos no solo deben tener sistemas de refrigeración homologados, también han de contar con termógrafos multitemperatura que permitan comprobar el estado de la carga en cada momento. No es lo mismo transportar huevos que pescado; de igual modo, no es lo mismo un alimento ultra-congelado que uno refrigerado. LEER MAS.
Los vehículos destinados al transporte de mercancía en frío deben superar una serie de controles estrictos recogidos por la normativa nacional y europea. El Real Decreto 237/2000, de 18 de febrero, esatablece las especificaciones técnicas que deben cumplir los vehículos especiales para el transporte terrestre de productos alimentarios a temperatura regulada y los procedimientos para el control de conformidad con las especificaciones.
Es un aspecto que a veces se pasa por alto, pero que resulta fundamental para mantener la cadena de frío. Asegurar una temperatura constante evitando los cambios drásticos de temperatura es obligatorio. El preenfriamiento nos ayudará a evitar el contraste térmico.
Aunque los camiones dedicados al transporte de productos perecederos están construidos con materiales aislantes, a veces se producen fugas, bien por una mala praxis en el manejo de la carga, bien por malos hábitos adquiridos por el conductor. A este respecto, el conductor deberá minimizar la apertura de puertas y planificar el viaje de entregas en función del cargamento y del número de paradas. LEER MÁS.
Somos una empresa especializada en el transporte de mercancías congeladas, refrigeradas y sin temperatura, con base en Sevilla. Trabajamos en Andalucía, España y Portugal en servicio normal y exprés.
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